El otro día una mamá primeriza me contó algo que me dejó alucinada!! Fue a la revisión de los 15 días y, toda contenta, le contó a su pediatra que su bebé prácticamente no regurgitaba, y la respuesta que le dio fue "pues muy mal! eso es que el niño se queda con hambre". La pobre mamá se quedó asustada y después, en cada toma, intentaba que comiera más y más... Esto a parte de no ser verdad, es una forma de asustar inútilmente a una primeriza, pero, por si hay alguna mamá más que tenga dudas, explicaros que estas regurgitaciones se deben a la inmadurez del aparato digestivo del bebé. Todos tenemos una válvula entre el estómago y el esófago que impide que los alimentos vuelvan a salir, pues la mayoría de los bebés no la tienen completamente formada, por lo que la leche les vuelve a la boca. Es muy habitual también que les suba y la vuelvan a tragar. Para evitarlo, lo que podemos hacer es mantener al bebé en vertical después de las tomas e incluso elevarle un poco la cuna/cochecito en la zona superior (nunca sólo la cabeza). Normalmente esto remite en el momento en que empiezan a comer sentados, aunque pueden seguir haciéndolo hasta el año.
Y después de esto yo me pregunto, qué clase de médicos tenemos? En fin... Este pediatra tendría que ver a mi bebé, porque tampoco regurgita mucho y con un mes ya pesaba 5.100kg, así que no creo que pasara mucha hambre...
Por cierto, quién no tiene una foto así de su bebé? Siempre hay un momento en que lo pones todo mono para inmortalizar el momento y de repente, leche fuera!! jajajaja
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