De aquí a final de año a mi alrededor hay unas cuantas futuras mamás que darán a luz (además
de alguna que otra celebrity) y están en plena fase de preparación tanto de su
habitación, como la bolsa de maternidad, pero sobre todo, están pensando en los
conjuntitos que van a ponerle a su bebé.
Además coincide con unas fechas ideales, ya que
prácticamente no tendrán que comprar nada porque se acercan los días con más
regalos de todo el año, las Navidades.
Lo malo es que casi siempre todas acabamos comprado en las mismas tiendas, que
no digo que estén mal por supuesto (si yo soy la primera), pero acabas viendo
por la calle a todos los bebés vestidos igual.
Si tengo que destacar una de las cosas en las que la maternidad me ha cambiado, es en la forma de ver a los demás niños.
Hasta hace bien poco, no eran más que niños, que muchas veces eran unos trastes, que tenían mucha gracia en determinados momentos, pero que un rato estaba genial estar con ellos, pero 24 horas ya no tanto... La mejor edad era los 3 años más o menos, y nada de recién nacidos ¡con lo aburridos que son! Sí, lo reconozco, nunca he sido muy niñera.
Pero llegó un momento en que esas pequeñas personitas empiezan a hacerte mucha más gracia, que ya no te importa pasarte todo un día con ellos, que los recién nacidos te parecen de lo más mono del mundo, hasta te ves en un espejo reflejada con uno en tus brazos... Sí, el instinto maternal toca a tus puertas.
Te quedas embarazada, y pasas a la siguiente fase, en la que no paras de imaginarte en tu día a día con ese bebé, que ya tienes unas ganas locas de tenerlo contigo, a tu lado, verlo crecer cada día...
Y das a luz. Momento en que tu corazón explota de amor, y de empatía con otras madres, con otros niños, con otras familias. Momento en que cuando ves que cualquier niño sufre, tú misma lo haces; que cada vez que ves en las noticias que abandonan un bebé, se te encoje el corazón y te echas a llorar; que te das cuenta de que eres una afortunada, porque vives una vida tranquila, ni mucho menos con lujos, pero medianamente sin agobios; y piensas en esas familias que no tienen ni para darle de comer a sus hijos ¡pero qué suerte tengo!
Y ¿qué pasa con esas familias? ¿cómo se tienen que sentir no pudiendo alimentar bien a sus hijos?
Menos mal que hay gente muy solidaria, empresas que destinan parte de sus beneficios para ayudar a los que más lo necesitan, empresas dignas de mencionar, que tienen que ser visibles.
Hoy te voy a presentar a Laboratorios Ordesa. Seguro que la conoces porque sus productos son punteros en el mercado: Blemil y Blevit, de hecho acaban de ser galardonados con varios premios Todopapás.
Esta empresa acaba de lanzar una campaña para transformar los kilos de tu bebé, en kilos de solidaridad. Sólo tienes que meter el peso en su báscula mágica, y contribuirás en las becas comedor para que muchos niños sin recursos, puedan tener al menos una comida completa al día. ¿Necesitas más información? Échale un vistazo a este vídeo:
Así que ya estás entrando en su web y colaborar, porque estos niños lo necesitan, y a ti no te costará nada de nada. Yo ya lo he hecho, he convertido los 14,39 kilos de mi Leoncito (sí, mi niño gigante jajaja) en kilos de solidaridad, así que ¿a qué estás esperando?
Montones de niños te agradecerán este gesto, así que no lo dudes. Si tú también has participado, o sabes de alguna otra campaña, cuéntamelo que estaré encantada de participar y compartirla.
Lo sé, estoy desaparecida, así que antes de nada ¡perdóname!
Desde que empecé las clases en la universidad el tiempo no me da para nada: millones de cosas que hacer y estudiar, y si a eso le sumamos las maravillosas rabietas de Leoncito, no me llegan los minutos del día.
De verdad, esto es ¡una locura! La casa a medio limpiar siempre (o ni el medio), juguetes por el suelo, hacer la comida y comer en menos de una hora... En fin, lo que muchas ya sabéis pero que yo no había experimentado hasta ahora. Pero bueno, he de decir que estoy feliz, aprendiendo un montón, disfrutando de cada asignatura y de cada persona nueva que conozco, aunque bueno, creo que esto me daría para otro post (la mamá universitaria, buen título ¿no?)
Además ahora veo mucho menos al peque, porque para que me de tiempo a hacer todos los trabajos de clase, Leoncito se pasa algunas tardes con los abuelos. Ellos encantados por supuesto, aunque les vacíe todos los cajones, abra todas las puertas, y utilice el jarrón recuerdo de no sé que viaje como su escondite de juguetes, ellos felices de la vida. Lo que hace un nieto...
Así que, aunque ya lo era antes, la hora de irse para cama es más que sagrada. Esos instantes en los que jugamos, nos subimos unos encima de otros, nos "chanchamos", los aprovecho no un 100%, sino un 1000 por 1000.
En esos momentos cuando aprovechamos para lectura de algún que otro cuento, así que hoy te voy a enseñar uno de nuestras últimas adquisiciones. Esta vez, gracias al club de lectura de Boolino, nos ha llegado a casa ¡Buenas noches!
Uno de mis vicios confesables es el chocolate. Cada vez que compro una tableta, corre peligro, porque en sólo unos minutos ¡desaparece! Así que tomé la determinación que no iba a comprar nunca más chocolate para tener en casa.
Pero, llega un día en que tu cuerpo te lo pide. Lo estás deseando, pero es que no hay por ningún rincón de la casa. Y si a eso le sumas un Papaleón de lo más goloso (porque sí, él habla de mí, pero a él le gustan los dulces más que a mí) que se le cae la baba con un bizcocho de chocolate, buscas ideas por donde sea.
Abres cada puerta de cada mueble de la cocina y no, has hecho bien tu trabajo, porque no hay nada ni que se le asome a ese manjar, pero... ¡hay algo que se le parece, colacao! ¿qué puedo hacer? Está claro ¡un bizcocho!!
No sé si te has pasado por el blog en estos días, pero si lo has hecho, ya habrás notado el cambio, porque ¡menudo cambio!!
Llevaba tiempo con ganas de darle un toque distinto al diseño, con algunas cosas claras pero otras no tanto. Pero lo que sí que sabía era que necesitaba cambiar la cabecera y por tanto el logo de Bienvenida mamá.
Me apetecían más colores, no sólo "mi azul" así que después de varios intentos fallidos me puse en manos de alguien que dominara la materia, y como no podía ser de otra manera, se lo encargué a una de mis mosqueteras, a Frikymama.
Te puedo asegurar que temí por nuestra amistad, porque soy una pesada para estas cosas, normalmente no me gustan las cosas a la primera, le suelo dar unas cuantas vueltas, así que para esto ¡imagínate!
Pero he de decir que Ana fue de lo más encantadora que te puedes imaginar, escuchó todas las locuras que salían de mi cabeza, para al final acertar de lleno. Una vez lista la cabecera y el logo ya "sólo" quedaba retocar toooodo el resto.
Hoy es un gran día, el día en que Bienvenida mamá se abre a otros bloggers. Hace un tiempo por participar en distintos sorteos, muchas habéis pedido distintos temas para el blog.
Muchos de ellos no puedo abordarlos, bien por desconocimiento, bien por manos patosas (las manualidades sabes que no son lo mío jeje). Así que me puse manos a la obra y me he topado con unas colaboradoras de lujo que van a tapar los huecos de esos temas que tanto queréis.
Así que hoy tenemos a una genial mujer, mamá reciente - su PequeñaC acaba de cumplir 5 meses - y autora del blog Diario de mi garbancito. Ella hoy nos va a hablar de su experiencia como mamá dando el pecho y dando el biberón ¿ya tienes ganas de leerlo? Aquí lo tienes:
Ya estamos en septiembre y parece que el verano se acabó, pero ¡no! aún nos quedan unos cuantos días. Además si es como en años anteriores, por aquí tuvimos sol y calor hasta octubre, así que nada de desanimarnos y vamos a disfrutar como si siempre fuera verano.
Así que vamos a hacer una receta fresca fresquita ¿cuál es el alimento que más representa a esta época? Creo que todas diríamos que el helado ¿verdad? Pero claro, muchas veces están llenos de grasas y azúcares que no se pueden comer muy a menudo.
Hasta hoy, puesto que te traigo una receta de lo más deliciosa, y muy baja en calorías, así que nos vamos a poner manos a la obra con este helado de mango light, para la cual necesitaremos de la thermomix.
Habrás escuchado montones de veces que ser madre te cambia la vida. Y así es, cambian tus rutinas, tus salidas, tus días y sobre todo tus noches. Pero hay algo más que te cambia, ya que tu interior se revoluciona y hace que tus prioridades sean otras.
No hago más que leer o escuchar historias de mujeres que, tras tener a su bebé en brazos empiezan a darle vueltas a la cabeza por su trabajo. No se ven capaces de conciliar con esos horarios, con esas presiones, y deciden emprender.
Otras que no saben en qué emprender, o que no quieren, pero sí les gustaría un trabajo mejor, empiezan a buscar un nuevo camino. Algo que les motive y con lo que puedan llegar a tener la deseada situación familiar.
Ay ay ay... Pero qué pereza... Ya sólo nos quedan unas horas de Agosto y parece que todo cuesta mucho más... Aunque después de este verano, de este genial verano ¡¡vuelvo con más ganas que nunca!!
Nuevas ideas, nuevas colaboraciones, en breve nuevo diseño... Pero no te adelanto más porque para que la vuelta sea menos dura, vamos a hacer las cosas poco a poco.
Para empezar, y que sea un post de estos ligeritos que te pueden dar ideas, te voy a enseñar una de las cosas con las que nos divertimos este verano, y no puede ser otra cosa que no sea UN CUENTO.
Ya sabes que para mí el fomento de la lectura es muy importante, ya te lo conté aquí, y que cuanto antes involucremos a nuestros hijos en este mundo, lo van a ver como algo habitual y como un auténtico placer.
Pero qué cerquita está la vuelta al cole, se huele ya... Hablando de oler ¿no recuerdas ese olor a libros nuevos? A mi me trae muy buenos recuerdos -sí, era de las repipis que les gustaba ir al cole...
Esos maratones de forrar libros, poner etiquetas, ver las gomas nuevas, esas que te prometías una y otra vez que no ibas a pintar -y que a los dos días ya estaban llenas de dibujos de boli por todas las esquinas- o que no le ibas a quitar ese plastiquito rosa -¿te acuerdas de las nata??-
Lo que más me gustaba era ir a la librería y ver esos estuches de lata de miles de lápices de colores, y que sabías que nunca ibas a tener -porque tocaba el estuche de cartón de como mucho 6 colores- aunque cuando te volvías para casa con esa bolsa llena de material nuevo, te daba igual, porque ¡estaba todo para estrenar!
Cómo me gustaba ese olor a nuevo y esas puntas afiladas que nunca volvías a conseguir iguales...
Ya está ahí, ya se puede sentir, la vuelta a la guardería está presente. Hace sólo unos días que celebramos el festival de fin de curso, y ya estamos preparando el nuevo...
Es que eso de que empiece en septiembre, hace que ya tengas que empezar a "trabajar" en agosto, con la pereza que da... Pero es que como no te pongas manos a la obra ya de ya ¡no llegas!
Si aún no te has estrenando en esto de la vuelta al cole, estarás pensando que soy una exagerada, pero si ya lo has vivido ¡me entenderás!
Hoy no te voy a hablar de ningún dato sobre el embarazo, ni cuidados del bebé, ni ninguna ocurrencia de Leoncito. Hoy vengo a decirte que ¡me voy de vacaciones!
De un tiempo a esta parte están muy de moda las suscripciones a cajas de productos. Las hay de todo tipo, de alimentos, de productos dietéticos, de muestras de belleza... Pero hay una que me tiene cautivada desde que Leoncito comenzó a habitar en mi cuerpo, y es la Nonabox.
Últimamente no dejan de decirme que mi bebéya es un niño, pero ¿qué dirán? mi bebé sigue siendo aquel recién nacido que traje a casa allá por marzo del 2014...
Bueno, analizando los detalles, sí que ha cambiado, ya come sólidos, ya camina, ya dice mamá y papá (y agua y galleta, aunque eso me enfada un poco porque los dijo antes...) ya abre las puertas de los muebles, ya coge las latas de atún y las lleva al baño, ya tira del papel higiénico hasta que lo desenrolla todo, en fin va a ser que sí que se ha hecho mayor, pero de niño nada, que sigue siendo mi bebé (hasta que alguna robahijos me lo quite ¿no Ana?? jajaja)
Donde más se notan los cambios es en la ropa y por supuesto en las fotografías.
Ay mi leoncito ¿qué has hecho con ese pequeñín que cabía en mi regazo y que ahora es tan grande que ya no puedo con él?
El otro día pineando un rato de estos muertos, me encontré con unos collage de lo más ideales para darte cuenta de verdad de cómo crecen, y que si volviera atrás haría seguro seguro. La mayoría son pensados para el primer año, ya que es cuando más cambian y, en proporción, crecen.
Y tanto que crecen, Leoncito nació con 54 cm y ahora está en la friolera de 83 cm, si es que tengo todo un Gasol en potencia... Pero sigue siendo un bebé ¡no lo olvides!
Si tú estás embarazada, o aún te pillo a tiempo, aquí te dejo unos cuantos para que te pongas manos a la obra.
Empecé en este mundo blogger desde el minuto uno en el que supe que estaba embarazada. No empecé escribiendo, sino leyendo, y mucho, sobre todas las experiencias que contaban otras madres, buscando información sobre lo que estaba viviendo, y sobre lo que iba a venir.
Descubrí muchos blogs, en aquel momento no interactuaba mucho, pero sí que me sirvieron de mucha ayuda, sobre todo me quedo con tres, más que nada porque están escritos por expertos en la materia, y son de los que te voy a hablar hoy.
Para mi uno de los placeres más grandes de esta vida es el comer, me encanta (en mis carnes se nota jajaja) Una buena comilona, de estas de primer y segundo plato más postre, y sobre todas las cosas, me chifla el picoteo.
Que si una tortillita, que si unos calamares a la romana, un buen plato de zorza (con su pan para mojar) una tabla de embutidos... Vamos que solo de estar escribiendo esto ya está cayendo la babilla. Que conste que en casa no lo solemos hacer mucho, por eso de mantener la línea, pero sí que hay una cosa que desde que la descubrí hacemos muy a menudo, que es el paté de mejillones.
El embarazo es un estado maravilloso que sólo las mujeres podemos disfrutar. Para mi fue la mayor experiencia de mi vida, después de la de ser madre claro. Me parece tan alucinante lo que el cuerpo humano es capaz de hacer...
Cada centímetro que vas ganando de barriga, cada nueva sensación, nuevo síntoma, las primeras "mariposas", las patadas o codazos... todos esos momentos ¡son alucinantes! Lo malo es que pasa el tiempo, y simplemente queda un recuerdo en tu memoria. Pero ¿y si hacemos algo para recordarlo?
Hoy te propongo unas cuantas ideas para que te quede siempre el recuerdo de esa hermosa barriga, unas más originales, otras más graciosas, pero todas para no olvidar nunca ese estado tan maravilloso.
Cuando anuncias que vas a ser madre, una de las primeras cosas que te dicen es "aprovecha para dormir, que luego ya no podrás". Y por un lado es cierto, ya que el sueño cambia muchísimo, pero por otro ¡no es acumulativo!
Ojalá todo lo que dormí en el embarazo pudiera recuperarlo ahora, o lo de los primeros 8 meses... porque sí, durante los 8 primeros meses dormimos de lujo.
Tremendo caloret que estamos viviendo... O me pego al ventilador, o literalmente a mi misma con lo pegajoso que es estar sudando constantemente.
A parte del ventilador hay alguna que otra cosa para refrescarse, un chapuzón en la playa (aquí en Galicia otra cosa no, pero el agua está fría un rato largo y te refrescas sí o sí...), una cañita en la terraza al anochecer... Pero sin duda no hay nada mejor que un buen helado.
Todos están buenísimos, para las golosas como yo cualquier sabor nos vale, y si es de chocolate mejor que mejor, mmmmm me estoy acordando de los que hice el otro día (mira aquí la receta) pero hoy te voy a enseñar otro más saludable, más que nada porque tiene fruta, un helado de yogur y cerezas.
Menudas olas de calor que estamos sufriendo... En estos momentos es cuando en realidad me doy cuenta del cambio climático, porque pasamos de un frío extremo, a un calor de sudar como un pollo.
Aquí nos quejamos mucho porque llegamos y pasamos de los 30º, pero no me quiero ni imaginar vivir en una ciudad de interior en la que los 40º es lo más normal del mundo. Además tenemos la suerte de tener playa (puedes leer aquí nuestra experiencia), ríos y piscinas en los que nos podemos refrescar, tanto nosotros como los más pequeños.
Sobre todo pensando en esos niños que tienen que estar achicharraditos, he decidido reunir algunos juegos para refrescarse, o poder jugar al aire libre bajo la sombra de una buena arboleda, y que podrás preparar tú misma en casa.
Verano, plena hora de calor, asfalto humeante... ¡qué ganas de playa!
Nosotros la tenemos bastante cerca, así que nos consideramos afortunados, porque en cualquier momento nos podemos acercar. Además nos encanta así que ya teníamos muchas ganas de llevar a Leoncito.
El año pasado fue una experiencia estupenda para él (ya te lo había contado aquí) pero este año ha sido increíble.
La primera vez fue una toma de contacto, los tres vestidos disfrutando de un atardecer. Pero con un pánico atroz a ¡¡tocar la arena!! No había manera de que la pisara ni tocara, era rozar un granito con la punta del dedo gordo del pié y empezaba a llorar... Así que nos dedicamos a jugar con él encima de la toalla.
Las verduras son esenciales para alimentarnos, de hecho junto con las frutas debemos de comer unas 5 raciones al día. Son importantes porque nos aportan nutrientes necesarios en nuestro día a día como, por ejemplo:
Vitaminas.
Antioxidantes, que son necesarios para limpiar las sustancias que pueden dañar nuestras células.
Agua.
Fibra.
Así que si son importantes para nosotros los adultos, imagínate para nuestros pequeños. Lo malo es que no siempre les gusta su sabor, o pronto se aburren de ellas, así que después del exitazo de los platos de fruta más irresistibles, era obvio que tenían que llegar los platos de verduras más divertidos.
¿A qué niño no le gusta la pizza? Y si aún por encima tiene forma de árbol seguro que empezarán a comerla como locos..
Desde hace un tiempo he pasado de devorar libros, a no parar de leer y leer blogs. No es que sea lo mismo, pero aprender se sigue aprendiendo ¿no?
Porque cuando lees un libro siempre se aprende, aunque creas que por sumergirte en la más clásica historia de amor, o la novela policíaca más intrepidante y arriesgada, no lo vas a hacer, estás muy equivocada. Siempre se saca partido de cada novela, revista o incluso de cualquier manual de instrucciones (y sino que se lo digan a Piedrahita)
Me encantaría que mi Leoncito heredara mi amor por la lectura, así que ya estamos empezando, primero con libros de texturas que maneja él solito, y nosotros leyéndoles cuentos. Así que ya estamos haciendo una colección poco a poco, y sobre todo gracias al Club de Lectura de Boolino.
Desde que se produce la fecundación en el útero de la mujer, todo su cuerpo se pone a funcionar para "fabricar" un bebé. Se forman distintos órganos, aumenta el tamaño de nuestra barriga... algo totalmente alucinante, que todavía me sorprende.
Para que tengas claro cómo se forma todo, viene esta nueva entrega del diccionario para embarazadas, donde te enseñaré las partes de tu cuerpo más importantes que hacen que después de 9 meses acabes siendo mamá.
Parece que de nuevo vuelve el calorcito, y esta vez es para quedarse. En estos días no hay nada mejor que tomarse algo fresquito, y ¡qué mejor que un helado!
Estoy probando varias recetas, unas más sanas que otras, más que nada por Leoncito, que ya sabes que los mayores por aquí somos muy golosos jeje. Pero la primera que te voy a enseñar es de las de solo tomar en ocasiones especiales, porque está deliciosa pero tiene bastantes calorías. Así que vamos a hacer unos helados de chocolate.
Cada día que pasa veo más cercano el momento de pasar a Leoncito a su habitación, no porque quiera, sino porque parece que él lo está pidiendo...
Antes se quedaba dormido cuando nos íbamos a dormir los tres y se levantaba genial, pero lleva unas semanas que al levantarse está de mal humor, como si no le llegaran. Así que empezamos a acostarlo más pronto, se despertaba mejor, pero por la noche gritaba y medio lloraba.
Pero hace unos días encontramos la técnica ideal, y es que cuando nosotros nos vamos para cama vamos en plan misión ultra secreta, sin hacer más ruido que el de retirar las sábanas, y duerme toda la noche del tirón. Vamos que creo que le molestamos con el ruido que podamos hacer!!
Su habitación ya la habíamos decorado antes de que naciera, pero se ha convertido en una sala de trastos donde metemos todo lo que no tiene sitio, así que va siendo hora de adaptarla a nuestro leoncito.
"En media hora tengo una entrevista de trabajo y ¡estoy sin arreglar! Pero tengo a mi bebé detrás mía cual lapa que no me deja ni ponerme un pantalón ¿qué hago?"
Esta situación, u otra similar, la habrás pasado más de una vez y las que quedan. Yo adoro pasar cada minuto con mi bebé, jugar con él o simplemente pasar el rato, pero hay momentos que necesito hacer algo en lo que no puede estar él, y ¿cómo hago?
Nosotros hemos descubierto un truco infalible que hace que se quede petrificado de tal manera que casi ni pestañea. Ah, ¿que quieres saber qué es? ¡¡Tutitu!!
Pensando en ellas he preparado este post, donde reúno varias webs donde podrás encontrar muestras y canastillas gratuitas¿porque a quién no le gusta recibir regalitos? Además hay varias cosas que te puedes ahorrar comprar, porque así sabes a ciencia cierta qué producto le va mejor que otro, y no estás gastando el dinero probando cosas hasta encontrar la ideal.
Llega el verano (¡por fin!!) y con él la época principal de bodas. La mayoría son entre julio y septiembre, porque todos los novios sueñan con un día espléndido, de sol, calorcito, aperitivos en la terraza...
Pero si este verano te toca una (o más) y estás en pleno crecimiento de barriga preñil, pueden llegar a ser una tortura. Primero por el calor, se te hinchan los pies y las piernas, además le sumamos largos ratos de pie, vamos que solo pensar en ponerte unos tacones poco menos te entra urticaria.
Además hay un problema gordísimo dato a tener en cuenta, no te sirve ninguno de los vestidos que tienes en el fondo de armario para las BBC... Vamos, que te toca comprar uno, pero claro, gastarse un dineral en algo que no te vas a volver a poner (porque para la próxima sí o sí planeas un embarazo en invierno jejeje) es una p....
Si te sientes identificada en este momento, estás leyendo el post adecuado, ya que hoy te voy a enseñar 5 vestidos de fiesta por menos de 50€ con los que estarás monísima de la muerte luciendo palmito de preñá.
Desde que soy mamá y tuve por primera vez a Leoncito en mis brazos, quise que se quedara así para siempre, parar el tiempo y pasar en ese instante toda la vida. Pero claro, de momento aún no he encontrado la máquina del tiempo, así que me tengo que "conformar" con verlo crecer cada día.
La etapa bebé recién nacido, me encantó, la disfruté muchísimo. Saber que esta personita depende de mí es algo alucinante. Aunque también puede influir que no fue un bebé ni dependiente, ni llorón, y que aún por encima dormía toda la noche del tirón.
Solo pensar que pudiera llegar el momento en que se hiciera independiente, me agobiaba, ya que lo quería solo para mi. Me gustaba tanto ese momento, que llegué a soñar con tener hijos e hijos para siempre tener un bebé conmigo.
Una de las comidas más internacionales es la empanada. Las hay de distintas masas, de trigo, maíz, hojaldre, horneadas, fritas... y multitud de rellenos, carnes, pescados, frutas... vamos que puede servir tanto como un primer plato, uno principal o un postre.
Desde luego que la más tradicional por aquí es la gallega, sin olvidarnos de la de maíz, y si está rellena de unos berberechos o zamburiñas mmmm ¡se me hace la boca agua! Pero hoy te voy a enseñar la más fácil del mundo, pero con un toque "secreto" que la hace extra jugosa.
Una de las cosas que más le gustan a Leoncito y que creo que podría comer continuamente a lo largo del día son los yogures.
Da igual el sabor, tanto puede ser el agrio natural sin azúcar, como el más delicioso de chocolate. Es escuchar el "clack" de separar el pack y ya empieza a agitar brazos y piernas, y ni contarte si nos ve abrir la nevera...
Así que cuando Madresfera nos propuso junto a Hero baby probar sus yogurines, tuve que apuntarme sí o sí.
¿Qué son los yogurines? Pues es el yogur de toda la vida, pero con un formato para llevar ideal, ya que no necesitas ni si quiera cuchara, además de que lo pueden comer ellos solitos.
Una de las hortalizas que más nos gusta en casa es el calabacín. Tanto lo utilizo como guarnición, como plato principal, ya que es una verdura muy ligera, ya que el 95% de su composición es agua.
Además casi no aporta calorías, pero sí una cantidad importante de minerales y oligoelementos, por lo que es un elemento ideal si estás en pleno proceso de adelgazamiento.
Una de las recetas que más nos gustan es el calabacín relleno. Hasta ahora siempre lo he hecho de carne (puedes ver la receta aquí) pero en este caso, aprovechando que compré unos pequeñitos en forma de bola, los he rellenado de atún, con lo que aún han sido más fáciles de preparar.
Soñando con que nos toca un euromillón, imaginamos cómo sería nuestra casa ideal. Entre otras cosas, lo que nos gustaría seguro es una habitación de juegos para Leoncito.
Tendría una alfombra muy grande, con una estantería llena con sus juguetes, un rincón de lectura (como los que te enseñé en este post) y por supuesto un tipi.
¿Que no sabes lo que es un tipi? Es la típica tienda en forma de cono de los indios americanos, que ahora se ha puesto muy de moda para decorar las habitaciones infantiles como un entretenimiento más para los niños.
Las hay de muchos colores, más sencillos, con puerta... así que hoy te voy a enseñar unos cuantos que te irán genial según sea el estilo de tu casa.
¿Quieres pasar un día distinto? ¿Disfrutar de unas vistas increíbles y respirar un ambiente de paz? ¿Y si te digo que además es en un lugar ideal para que los más pequeños jueguen? Ya estás queriendo coger el coche ¿verdad?
Pues hoy te voy a hablar de un lugar que reúne todas esas características. Está al norte de Portugal, en los alrededores de Vila Nova da Cerveira, concretamente en Gondarém.
Es una casa señorial del siglo XVII, que comenzó siendo un albergue de peregrinos, ya que está situada en un antiguo camino hacia Santiago de Compostela, y que ahora se ha convertido en un hotel, el Boega Hotel.
Está dividida en 3 edificaciones, la Casa Principal, la Casa del Presidente y la Casa de Campo, pero te dejo unas cuantas fotos para que admires su belleza.
Te quedas embarazada y tu vida da un vuelco. Todo lo que ocupaba tu mente antes, pasa a un segundo plano para preocuparte por cómo estará, crecerá bien, tendrá algún problema... Para evitar todos esos pensamientos, lo que yo hacía era distraerme con otras cosas, aunque siempre relacionadas con mi bebé.
Pensaba en qué cuna escogería, cómo decoraría la habitación, qué silla de paseo es la mejor, cómo lo voy a vestir... Siempre creyendo que todo iba a ser único y especial para él. Por un lado sí que lo fue, porque todos los detalles de su habitación (colcha de cuna, cambiador, mecedora...) se los hizo la abuela, que ya que es modista vamos a aprovechar ¿no? Pero siempre me quedaba la cosa de que yo no iba a hacer nada...
Así que como quería poner unas letras en la pared con su nombre (ya te enseñé algunas ideas en este post) me dispuse a hacerlas. Mejor no te digo ni enseño el resultado, pero al final acabé comprando unas (en fin, que las manualidades no son lo mio...) Pero resulta que sí que hay otras cosas que pude haber hecho, lo que pasa es que no fue hasta ahora que descubrí a Craft & mama.
Ya hace un año que Bienvenida mamá salió a la luz. Un año en el que he aprendido tanto tanto que no podría ni plasmarlo en miles de folios. He aprendido mucho sobre datos técnicos de un blog, de imágenes, de interpretar analíticas, descubierto redes sociales... Pero lo que no podría ni imaginar es todo lo que he ganado en este tiempo.
He ganado seguridad en mí misma, en constancia, en luchar por un sueño... He ganado amigas 2.0 que son más que reales, aunque físicamente no las conozca, pero están ahí cuando las necesitas: se preocupan cuando tu hijo está enfermo, te ayudan cuando no eres capaz de instalar algo en el blog, cuando tienes ganas de cometer un maricidio, y si hace falta son capaces de gravar un vídeo para motivar a la que lo necesita. Mis mosqueteras....
Y así de repente, el blog cumple un año. No son necesarios los números, pero me parece alucinante los que he conseguido: más de 3.400 seguidores entre facebook y twitter, más de 120.000 páginas vistas por unas 43.800 personas. ¿Qué más se puede pedir?
No puedo hacer otra cosa más que decirte a ti que me lees habitualmente, o a ti que solo de vez en cuando, o a ti que me acabas de descubrir, que muchas gracias, pero muchas muchas.
¡¡GRACIAS!!
Y como no puedo agradecértelo de otra manera, lo vamos a hacer con un sorteo, pero no un sorteo cualquiera un ¡SUPER SORTEO!! Hay un poco de todo, pero como no podía ser de otra forma, siempre relacionado con el mundo del bebé.
Está haciendo tan buen tiempo (ya 18 grados a las 9 de la mañana) que no hago más que pensar en vacaciones, tumbona, playa, chapuzones, piscina... Lo puedes comprobar en todas las compras que quiero hacer jeje.
Serían las primeras vacaciones en familia, ya que el año pasado Leoncito era muy pequeño y ni me lo planteaba, y ya puestos a soñar, hoy te voy a contar cómo me gustaría que fueran.
Para empezar escogería un destino cercano, que pudiéramos ir en tren, o un trayecto corto en avión, donde no le diéramos mucho tiempo a aburrirse al pequeño.
Por supuesto sería en la costa, aunque la tenemos al lado, adoro tanto el mar que me cuesta separarme de él. La playa, jugar a mojarnos, hacer castillos de arena y por supuesto "morenear". Caminar por un paseo marítimo y disfrutar del sonido de las olas...
Además de eso, me gustaría hacer excursiones, conocer otros lugares, he de confesar que los pueblos pesqueros me encantan, y si hubiera alguna actividad o talleres para Leoncito ya sería ideal.
Uno de los ingredientes que más me gustan para preparar postres es el queso cremoso, tanto el tipo philadelphia como el mascarpone. Las tartas de queso son espectaculares en todas las versiones, frías, al horno... Ya te había enseñado esta con chocolate que está para chuparse los dedos, pero hay un postre que es la rey de todos, el tiramisú.
Hace tiempo que preparé uno con la thermomix, pero hoy te voy a enseñar otra receta mucho más fácil que puedes hacer a mano y que además no lleva huevo en la crema. Vamos manos a la obra.
Parece que sí, que por fin se acerca el verano. En muchas ciudades ya habéis disfrutado de algún día que otro de playa o piscina, pero por aquí en realidad sólo hemos tenido un fin de semana, pero como que cuesta arrancar.
Este va a ser nuestra primera temporada oficial de playa, porque el año pasado Leoncito aún era muy bebé y sólo fuimos para que tocara la arena y poco más (te lo conté aquí y aquí), pero este año, ya va a jugar en la arena, bañarse en el mar... Así que ya estamos preparándonos para lo que se nos viene encima, y ese montón de cosas que tenemos que llevar.
Si tú estás igual que yo, te traigo una selección de prendas y accesorios que te pueden hacer falta. Y si no tienes el mar cerca, no te preocupes que también te servirá para la piscina.
Empezamos con lo básico, el bañador. Aquí nos surge una gran duda, le mantendremos el pañal, probaremos con los que son adaptables para mojarse, o arriesgaremos con sólo el bañador. De todas a todas aquí tienes algunos que he encontrado por la red.
Dentro de los de niño, me parecen más monos los que tienen un poco de pierna, aunque no me decido aún si flojitos o de los que son más pegados, pero he de confesar que el de las palmeritas me encanta!!
Ya tocaba una nueva parte del diccionario de embarazadas, que hay muchas palabras aún por explicar para que no te pierdas nada si te acabas de sumergir en este nuevo mundo.
Anteriormente descubrimos lo que significaba entre otras cosas qué es la toxoplasmosis, el triple screening, FUR... lo puedes volver a leer aquí. Pero hoy vamos a descubrir las hormonas más importantes que aparecen en el embarazo, y las causantes de muchos de nuestros cambios en esos maravillosos 9 meses.
Uno de los platos más típicos de nuestra geografía, aunque por el nombre no debería, es la ensaladilla rusa. Una comida que puede servir como un entrante, una cena o como pincho con tu cañita en el bar.
Para mi es un plato que me recuerda a los picnics de playa de mi infancia, junto con la tortilla y unos "mineros" (una de esas palabras únicas de mi abuelo, a todo le ponía su nombre jeje, en realidad eran unos filetes empanados).
Pero si te digo la verdad, no es de mi comidas favoritas. Más que nada porque la receta clásica siempre lleva guisantes y me paso más tiempo apartándolos que comiendo (sí, soy una repelente lo sé...) Así que cuando me independicé y empecé a llevar yo misma los picnics, la cambié de modo que ahora me encanta. ¿Quieres saber cómo la hago? Pues aquí tienes todos los pasos para hacer la ensaladilla de mami.
Hace tiempo que no te traigo nada sobre la decoración para los más pequeños, así que ¡¡hoy toca!!
Uno de los detalles que más se llevan últimamente en las habitaciones infantiles son las letras. Tanto en la pared, como encima de un mueble, puedes encontrarte con el nombre del pequeño que la habita, o simplemente su inicial.
Hay un montón de formas, colores, materiales, así que hoy te voy a enseñar unas cuantas ideas para que le des ese toque que estabas esperando.
Pensando en la pared, puedes optar por un cuadro con la inicial. No me digas que no es original con todos estos lápices...
Uno de los hitos más importantes en la vida de un bebé, es la salida de los dientes. Unos lo pasan mejor y otros peor, pero más o menos todos pasan por las mismas fases.
Empiezan por generar más babas de lo habitual, muerden todo lo que cogen por delante (manos y brazos de mamá incluídos jeje) y se les irrita la zona del pañal. Algunos no duermen, otros tienen fiebre, lloran un montón y están irascibles, y a otros en cambio no se les nota nada.
Leoncito está con su cuarto diente, se lo toma con calma, pero por suerte no parece que sufra mucho, de hecho su primer diente no nos enteramos de él hasta que le vimos la puntita. Hasta tampoco salivó mucho, ni se irritó, pero ahora este cuarto diente le está dando más trabajo...
Lo más incómodo de todo sea quizás lo de la saliva, ya que se moja las camisetas tanto que le llega la humedad al body. La primera solución fue ponerle un babero, pero la verdad es que tenerlo todo el día con él puesto no me gusta nada. Así que en mi afán de ponerlo un poco más mono, descubrí los quitababas.
Son unos pañuelos en forma de triángulo, que a parte de evitar mojar la ropa, forman parte del look del pequeño. Estuve ojeando en varias tiendas y webs y o eran muy clásicos o directamente no tenían, hasta que encontré a Peques Guapos.
Cada vez que voy al Ikea, a parte de sufrir un trastorno impulsivo que me hace meter más y más cosas en el carro, hay algo que no puedo evitar, y es traerme una caja de las galletas de avena.
¡Están buenísimas! Tienen un sabor tan característico y especial, que no puedes parar de comerlas. La única pega es que el Ikea más próximo lo tengo a más de 130 km... Pero el otro día me entró un antojo tan grande que me tuve que poner manos a la obra, así que hoy te traigo la receta.
Este fin de semana ha sido distinto y raro, muy raro. El sábado nos fuimos papaleón y yo de visita a Lugo a ver a unos amigos.
Por un lado ha sido raro volver a una ciudad en la que vivimos unos meses hace unos años. Una ciudad de la que ninguno de los dos guardamos buenos recuerdos, pero que nos ha hecho crecer como personas, y sobre todo como pareja.
Y por otro lado, raro porque fuimos los dos solos, sin Leoncito. Él se quedó con los abuelos y no nos echó nada de nada de menos... Yo en cambio sí, necesitaba fotos cada rato (bendito whatsapp jajaja) y no me pude ir sin comprarle un regalito.
A parte de estas rarezas, nos lo pasamos muy bien. Además hizo un día de verano total, debió de ser para compensar la época que estuvimos allí en la que creo que no salió nunca el sol. Comimos muchíiiisimo (mi estómago aún se resiente) y hablamos, reímos, paseamos, en definitiva nos lo pasamos genial ¡se hizo corto!
Después de esto el domingo ha sido de lo más normalito. Comida con la familia, paseo por el centro y a casa a descansar. Así que la foto no podría ser otra que las murallas de la ciudad, a la que después de esta visita, parece que le encontré algo que no supe ver de la otra vez...
Uno de los alimentos que deberíamos comer cada día (y mejor varias veces) es la fruta. Está llena de nutrientes, nos aportan todo tipo de vitaminas y sobre todo mucha agua.
Pero no siempre es fácil, no a todo el mundo le gustan. Yo por ejemplo no soy mucho de ellas. En verano puedo comer alguna de temporada, pero las que se dan en invierno no me atraen nada de nada... En mi caso hago un esfuerzo y las como, aunque menos de lo que debería, pero en el caso de los niños es bastante difícil.
¿Qué pasa cuando no las quieren comer? Pues hay varias formas de que casi ni se enteren. La primera que se me ocurre es la de camuflarlas en alguna receta, por ejemplo una tarta de manzana, una compota, un yogur con trocitos... O sino hacer que sea más atractiva para ellos.
Está claro que ya desde pequeños hay cosas que nos entran por la vista, así que ¿por qué no intentarlo? De esta manera me puse a buscar por Pinterest, esta red social donde encuentras ideas para todo, y me encontré con unos platos que con un poco de maña, nuestros peques no podrán resistirse.
¿Te gusta el bizcocho? Yo he de confesar que hasta hace unos años era algo que no apreciaba mucho, pero de un tiempo a esta parte, no sé por qué, me están encantando.
Aunque yo creo que es porque el que comía era siempre el mismo, pero es que hay un montón de recetas de bizcochos. Así que en mi afán por seguir descubriendo algún sabor nuevo, he probado a hacer uno con sabor a fresa, y la verdad es que quedó delicioso, además no te hace falta ni si quiera báscula para poder hacerlo, ya que tomaremos la medida de un vaso normal de agua.
La única pega es que no quedó con el color rosadito que debería, aunque creo que es porque utilicé huevos caseros, y ya sabes que estos dan más color a la mezcla que los comprados. Pero vamos allá con la receta, que sé que lo estás deseando.
Ya se acabó el puente, 3 días volatilizados en un chasquido de dedos. Han sido unos días muy relajados, en los que no hemos hecho nada especial, pero hemos recargado el depósito de mimos.
Cada mañana nos hemos quedado Leoncito y yo en cama, jugando, achuchándonos, haciéndonos cosquillas, hasta que el pobre agotado se quedaba rendido encima mía.
Hemos paseado (lo que la lluvia nos permitía), visitado a los abuelos, a los primos, a los tíos...
Además Leoncito ha estado de lo más gracioso, repitiendo una y otra vez "agua" cada vez que quería beber, poniendo caras, riéndose, comiendo como nunca, usando el tenedor, la cuchara, jugando a cucú, poniendo las manos para cantar, caminando ya con una mano sola...
En definitiva ha sido un fin de semana maravilloso, así que no puedo escoger otra foto que no sea esta. Un momento de siesta en mi colo, en un abrazo, si es que no se puede sentir más amor dentro!!