30/1/15

¿Quieres contar algo? Deseando ser madre

Hoy recupero la sección ¿quieres contar algo? con una historia desgarradora, llena de tristeza, en la que una mujer nos cuenta su experiencia en su lucha por ser madre. Aquí tienes sus palabras:
quieres-contar-algo
  Hola, quisiera compartir mi historia porque la verdad estoy cansada de lidiar con gente que o no me toma en serio o de plano no me escucha...
Siempre quise ser madre, desde que tengo memoria, yo nunca me vi como una exitosa profesionista con el mundo a sus pies, si acaso me veía como una de esas artistas que pintan o escriben de vez en cuando. Mi deseo siempre fue formar un hogar con un hombre que me amara ya que yo nací en un hogar no sólo disfuncional sino con todo lo que no se debe hacer al formar una familia.
Estudié una carrera más que nada para darle gusto a mi madre y que no me tuviera encerrada en esa casa de locos donde viví por muchos años, ya que al ser ella también profesionista, no iba a dejar que su única hija fuera una doña nadie.
Terminé y me recibí, tras varios fracasos amorosos, conocí a un excepcional joven del que pronto me enamoré y él de mí, con decirles que teniendo menos de un año de novios me pidió que me casara con él.
Yo estaba más que feliz, había encontrado al hombre de mi vida y pronto tendría la familia que tanto anhele... pero los bebés no llegaron.
Al año de casados (uno bastante difícil y complicado) cambié de ginecólogo porque ya teníamos algunos meses buscando familia sin éxito, la doctora me pidió unos análisis de sangre para empezar que fueron el comienzo de mi calvario.
Se me diagnosticó hipotiroidismo, me dijeron que todas mis hormonas estaban por ningún lado y no se explicaba la doctora como es que yo seguía teniendo mi período tan puntual como lo he tenido siempre, pero no le dio mucha importancia y, luego de ponerme en tratamiento,  dijo que en cuestión de meses estaría más que lista para embarazarme, lo cual no sucedió.
Para cuando me di cuenta ya había pasado otro año y nada, lo que más me frustraba es que mi esposo parecía no darle importancia alguna a la situación: "al rato te embarazas, vas a ver" eran más o menos sus palabras. 
Hable con la doctora quien me puso bajo un tratamiento ligero al que supuestamente reaccioné de manera favorable, pero la prueba está que no sirvió de nada; los meses seguían transcurriendo y las mujeres a mi alrededor de mí empezaban a tener a sus hijos:
"¿y ustedes para cuando?"
Cada vez se hizo más incómoda esa pregunta
Yo me empecé a deprimir porque sentía que nada de lo que hacía servía de nada y mi esposo terco de que "será más pronto de lo que imaginas" por un lado, y mi madre por el otro haciendo planes para cuando sus nietos llegaran; Dios, me decía a mi misma, no puedo con esto.
Los meses seguían transcurriendo y más amigas, conocidas, primas y ex compañeras se iban embarazando mientras yo me encogía de hombros y ocultaba mi tristeza cuando me enteraba.
Otro año llegó, así como otro más y los tratamientos se hicieron más invasivos, costosos y traumáticos, tuve todo tipo de reacciones horribles que supuestamente o no debían pasar, o era muy raro que sucedieran, eso sí, para embarazarme nada.
Ovario poliquístico y endometriosis se sumaron a la lista de problemas; pastillas y más pastillas, inyecciones dolorosas que me hacían llorar de angustia en las clínicas, una inseminación artificial fallida se agregaron después.
A los cinco años de casada, y ya con una depresión igual de avanzada, milagrosamente quedé embarazada de manera natural, pero si creías que esto era mi final feliz, estas muy equivocada, menos de una semana después de enterarme sufrí un aborto involuntario.
Me derrumbé, no existen palabras para describir lo que sentí ese día, quería morirme e inclusive pensé en suicidarme esa noche, si no ha sido por mi mamá que se había quedado en mi casa unos días quizás (y que se dio cuenta a tiempo) no estaría ya aquí.
Mi marido me buscó a la mejor terapeuta e inicie terapia por más de un año, en donde según él mostré ciertos avances, yo la verdad nunca lo vi así y si acepté el tratamiento fue porque ya no tenía nada que perder.
Lloraba y no dejaba de llorar mientras a mi alrededor seguían embarazándose mientras a mi ya me empezaban a ver como "la que no puede tener familia"
Yo estaba muy enojada con todos y conmigo misma.
Ya no quería estar con mi marido ni que se me acercara, odiaba estar a su lado y su aparente indiferencia a lo que había ocurrido, ya no me importaba nada.
Él me decía que había que seguir intentando yo solo quería mandarlo al diablo, claro, como a él ya le habían dicho que no tiene problemas.
Paso más de un año del aborto y no podía embarazarme. Hasta la misma ginecóloga (que ya era la tercera vez que cambiaba) me salió con su psicología barata de que "andaba muy estresada y necesitaba calmarme", nos decía que disfrutará mas y saliéramos, pero ¿en que cabeza cabe que gastando tanto en tratamientos vamos a andar teniendo dinero de sobra para salir a divertirnos? No volví con ella.
Intentamos buscar una adopción, pero la serie de requisitos, las trabas burocráticas y que prácticamente nos dijeron que si queríamos un niño eran de 3 a 4 años de espera y no había garantía que fuera menor de cinco años, me desanimó.
El año pasado, nuevamente, quedé embarazada de manera natural pero también lo perdí a los pocos días de enterarme.
Ahora me salieron con que tenia un "virus" agarrado quién sabe donde, que eso impedía que el corazón de cualquier embrión creciera.
Otra vez mas tratamiento.
Ya casi se cumple un año de aquel aborto y no, no he podido embarazarme otra vez a pesar de que el ginecólogo prácticamente me dijo que no hay ningún problema ya que todo esta en completo control...

No he podido dejar de emocionarme, un relato que me ha llenado los ojos de lágrimas, un relato que de verdad me gustaría no haber leído, porque no es justo que las mujeres que desean con todas sus fuerzas ser madres, no lo puedan ser ¡¡no lo es!! 

La infertilidad es un tema del que no se sabe mucho, en el que muchas veces metes la pata sin saberlo. En estos momentos me acuerdo de El peso de la infertilidad una bloguera que nos narra capítulo a capítulo su lucha por ser madre, y su lucha porque la gente deje de decir barbaridades, que la infertilidad es algo duro, que no es algo que si te relajas se pasa... Así que te invito a que la visites, a ti, escritora anónima de este desgarrador relato. 

Y a ti, que pasaste por algo parecido, o que simplemente te apetece, te pido que le digas algo a esta mujer para ayudarle en ese desasosiego que tiene, esa tristeza que no se cura, unas palabras que le hagan seguir luchando.


28/1/15

Nuestro colecho

Colecho... Una palabra que desconocía antes de ser mamá, por si tú tampoco la conoces, la wikipedia lo define como "El colecho o cama familiar es una práctica en la que bebés o niños pequeños duermen con uno o los dos progenitores. Es una práctica normal en muchas partes del mundo."


colecho

Después de ver esta definición me pregunto, si es una práctica normal en muchos sitios, ¿por qué se cuestiona tanto? Nosotros los primeros días en casa con leoncito dormimos con él en cama, en medio de los dos. No porque él llorara, ni por favorecer la lactancia, sino porque simplemente nos apetecía. Estábamos en esa fase de "¿respira?" y claro, mejor que estar cada 5 minutos pegados a la cuna, era tenerlo justo al lado.

Pasaron los días y leoncito seguía en nuestra cama, pero cada día tenía que escuchar a alguien diciéndome que cómo se me ocurría, que íbamos a aplastar al pobre bebé... Estuvimos así unos 15 días, luego se pasó a la minicuna al ladito mío. 

Al mes y una semana ya dormía toda la noche del tirón, así que las noches eran maravillosas. Pero llegó un momento que empezó a dar como una especie de grititos, que se calmaban cuando se ponía el chupete o bien dándole la mano. Entonces pasar todo el rato colgada de la barandilla de la cuna empezó a destrozarme... Y sí, cuna, porque leoncito crece muy rápido y enseguida la minicuna le quedó pequeña.

Así que decidí meterlo de nuevo en la cama. Pero es cierto que nosotros somos grandotes y él también, y si a eso le sumamos que no para de moverse y dar patadas donde pille, las noches eran complicadas... En ese momento una lucecita apareció en mi cabeza, y me acordé de las cunas de colecho que hay en el mercado.

Como estas son bastante caras, y además ya tenemos una cuna y no está la cosa para comprar otra, me puse a customizarla. Le saqué la barandilla, subí el colchón a lo más alto que me permitía, perfecto, quedaba a la misma altura que nuestra cama. Ahora sólo quedaba un problema, sujetar una a la otra. 

Nosotros tenemos un canapé abatible, sin somier ni tablas ni nada, sólo con una tapa. Así que me hice con unas bridas, las sujeté del somier de la cuna a un enganche del muelle que sube el canapé, y voilà, ya no se mueve, y tenemos una super cama.

Todo parecía estupendo, pero pasaron las semanas, y leoncito aprendió a ponerse de pie, así que tocó bajar el colchón de la cuna, con lo que nos quedó una cama desnivelada, que se convirtió en un parque de atracciones leonino.

Ahora se puede tirar de un lado a otro, ponerse de pie sin peligro, lanzarse de cabeza desde la parte alta... ¿Y de noche? Pues empieza en la cama, se pasa para la cuna, y a media noche vuelve para la cama. Incluso esta noche me giré y me encontré su cabecita apoyada al mi lado, durmiendo sentadito, es que estaba tan mono...

Así que creo que cada uno tiene que amoldarse a sus necesidades, si tienes un bebé de alta demanda, si hace tomas nocturnas cada 2-3 horas, o te da la gana, no dudes en dormir juntos. Eso sí, siempre con las precauciones necesarias ¿quieres saber cuáles? Aquí te dejo lo que aconseja la Asociación Española de Pediatría

Y tú ¿practicas el colecho? y si lo haces ¿has escuchado muchos comentarios criticándolo? 


26/1/15

#FotoFinde 24. Investigando

Este fin de semana la verdad es que no he hecho mucho, porque al sólo tener libre el domingo, no hubo mucho que hacer. Sólo limpiar, recoger la casa y sobre todo no despegarme de leoncito jeje.

La verdad es que ha sido una semana muy dura, pasar tan poco tiempo con él ha sido más difícil de lo que pensaba, incluso para él, que estuvo como enfadado todo el día. Eso sí, el domingo se le pasó todo, igual que a mí jejeje.

Así que la foto de hoy no podría ser otra que leoncito jugando. Está todo hecho un investigador, todo lo tiene que ver y descubrir, así que meterse debajo de la mesa es uno de sus grandes placeres jejeje




23/1/15

Mi bebé en el hospital

Uno de los momentos más difíciles en la vida de una madre es ver a tu hijo enfermo, aunque sea la cosa más leve, se sufre muchísimo. Como ya sabes, leoncito lleva con bronquiolitis unos meses (te lo conté aquí) al principio te preocupas porque tiene mucho moco, pero luego la cosa se va complicado hasta que tienes que ir a urgencias.

La primera vez, un medicamento y para casa, después de una nebulización allí, y más de dos horas de espera. La segunda más de lo mismo pero con dos nebulizaciones. Y la tercera, después de tres y ver que seguía más o menos igual, quedó ingresado.

bebe-hospital

Entonces llegó lo peor, ponerle una via, pijamita de hospital y para una cama. Nebulizaciones cada 6 horas, con los berrinches que conlleva, más cortisona y antibiótico. Momentos duros, muy duros. A pesar de todo esto, he de decir que estaba bastante bien, con la medicación estaba como una moto, saltaba de la cama, se ponía de pie, no había barreras que le llegaran!!

Pasamos cinco días allí, con sus cuatro noches. 4 noches de tortura. Tortura si quedabas con él por miedo a que pasara algo, y por las "maravillosas" butacas donde podías "descansar". Tortura si quedabas en casa, porque esa cama-cuna de tres parecía enorme...

Pero llegó el quinto día y le dieron el alta, nos fuimos para casa con la misma medicación que tenía antes. Cuando llegamos lo primero que hicimos fue tumbarnos en cama los tres, ¡cuánto lo echábamos de menos!

Tengo que decir que no puedo más que agradecer a la gente del hospital cómo nos trataron, excepto una enfermera que solo verla me daba dolor de cabeza... pero fue todo genial, siempre con cariño, ayudándonos en lo que necesitáramos.

Y sobre todo tengo que agradecer a nuestros compañeros de habitación. Era un bebé de 4 meses que estaba por lo mismo que leoncito. Y sus padres son unas personas estupendas, jugaban con leoncito, nos ayudaban cuando necesitábamos algo, y es que la verdad, con un terremoto en una cama en la que si lo dejabas un segundo se tiraba, su ayuda fue increíble.

Pero ahora viene lo malo, cosas que de verdad me dejaron alucinada. Resulta que los bebés que tomaban bibe, nos lo daban en el hospital, pero claro, la marca que tenían y con sus biberones. Si querías que tomara una marca distinta, o con su bibe, tenías que llevarlo. Hasta ahí lo entiendo. Pero es que no te lavaban el bibe, ni te dejaban un sitio para hacerlo.

Nosotros vivimos cerca del hospital, y lo llevábamos para casa a lavar y esterilizar. Pero nuestros compañeros de habitación no podían hacerlo. Así que les tocaba mal-lavarlo en el lavabo del baño, y por supuesto nada de esterilizar. Pero si tienen un fregadero y un microondas en la sala de enfermeras, ¿qué le costaba dejarte hacerlo ahí?

De verdad que me pareció indignante. Y lo del personal, no puedo quejarme con la mayoría de las personas con las que interactuamos, pero hubo una enfermera que solo verla se me ponían los pelos de punta: que si no ponía jabón en el baño, que si el sobre de probióticos que le dábamos (porque el antibiótico le hizo tener unas diarreas increíbles) no servía para nada, cuando nos lo había recetado el pediatra y sí funcionaba, que si era la hora de la nebulización que nos esperáramos que había más niños (cuando con otras jamás se la pusieron tarde) que si cuando acababa "sácasela tú que yo ahora estoy ocupada" (porque estaba de charla con otra...) En fin, menos mal que sólo nos coincidió en dos turnos, porque sino creo que le acabo tirando de los pelos!!

Y lo peor de todo, en estos momentos es cuando te das cuenta de la gente que te aprecia y es tu amiga. Gente que está ahí aunque esté a kilómetros de distancia, y otra que estando a 5 minutos ni aparece ni con una llamada. Es verdad que de todas las experiencias se aprende, pero de las malas aún más.

Menos mal que ya todo pasó, y que estamos en casa la mar de contentos. Eso sí, seguimos con medicación, una nueva, porque lo que tomaba sigue sin hacerle efecto. Vamos, que creo que hasta que llegue la primavera la bronquiolitis no desaperecerá...

Y tú ¿has pasado alguna vez por esto? De verdad espero que no, pero si lo has hecho, cuéntame cómo te ha ido en los comentarios.


21/1/15

¿Qué sabes de la bronquiolitis?

Ya sabes que mi bebé lleva, con sus altibajos, un par de meses con bronquiolitis. Pero ¿qué sabes de esta enfermedad?

Hace unos días me puse en contacto con Alianza aire, una entidad que está en plena campaña de prevención de esta dolencia, y ya que yo no soy ni mucho menos experta en el tema, ellos se han ofrecido a contarnos un poco sobre ella, y sobre todo, cómo evitar contagios:

bronquiolitis
Frente a la gripe, que es la infección respiratoria más conocida, la bronquiolitis pasa desapercibida a menudo. Y, sin embargo, esta infección vírica tiene la misma estacionalidad que la gripe y, de hecho, cada año es la causante de la mitad de los ingresos hospitalarios de menores de 2 años en nuestro país. 
Seguramente tus hijos han pasado por una bronquiolitis como también la pasamos muchos adultos. En adultos sanos y en mayores de 2 años la bronquiolitis suele cursar como un catarro con tos, algo de fiebre, mocos y congestión nasal. Es en estos casos un proceso leve y sin importancia que dura unas dos semanas. Por eso a veces ni somos conscientes de que estamos pasando por ella… con el resultado de que podemos contagiarla, precisamente, a quienes son más vulnerables.  Por eso es tan importante la prevención como luego te explicamos.  
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Los niños y niñas menores de dos años y, entre ellos, especialmente los que nacen prematuramente, los que tiene displasia broncopulmonar, cardiopatía congénita, los Síndrome de Down y los que padecen algunas enfermedades neuromusculares, fibrosis quística y otras condiciones previas que hacen que su sistema inmunitario o el aparato respiratorio sea más débil son los que denominamos grupos de riesgo ante la bronquiolitis. 
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En ellos la bronquiolitis puede cursar con otros síntomas  como son: tos grave y persistente, dificultades para respirar, sibilancias y respiración rápida y agitada, cansancio y fatiga, aumento de la frecuencia respiratoria, pérdida del apetito, frecuencia cardíaca acelerada, tono bajo, adormecimiento y dificultad para conciliar el sueño, así como deshidratación o piel azulada (cianosis). Ante cualquiera estos síntomas es necesario acudir al médico inmediatamente. 
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En Alianza Aire, entidad que agrupa a diversas asociaciones vinculadas con la infancia más vulnerable ante las infecciones respiratorias agudas y donde trabajamos por la salud respiratoria de esos niños y de toda la infancia, estamos comprometidos con la prevención de la bronquiolitis. Nuestro proyecto “StopBronquiolitis”, campaña abierta en toda la estación invernal, tiene ahora dos días de intensa actividad en redes sociales para explicar qué pautas son importantes a la hora de que no contagiemos a los más vulnerables. 
El lavado de manos con agua y jabón es básico, y lo es, muy especialmente si hay bebés en casa, siempre en guarderías y colegios, al llegar a casa o tras viajar en transporte público, etc. De igual modo, hay que lavar las superficies y juguetes que puedan estar en contacto con enfermos. La lactancia materna es fundamental como medida de prevención, si es posible más allá de los 4 meses. También es recomendable la ventilación de la casa, el usar pañuelos desechables, no llevarnos las manos al toser o estornudar a la cara, etc.
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Por otro lado, para determinados niños dentro de los grupos de riesgo hay un tratamiento profiláctico de uso intrahospitalario que se administra mensualmente en la estación epidémica de la bronquiolitis como muestra la infografía 5 de nuestra campaña. 
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Ahora mismo están en plena campaña en redes sociales, así que puedes seguirles en sus cuentas de twitter @AlianzaAire y @NoBronquiolitis

Para terminar no puedo hacer otra cosa más que agradecerle a esta institución el gran trabajo que están haciendo, y sobre todo por haber querido participar en Bienvenida mamá. Ha sido maravilloso colaborar con vosotros, lo habéis hecho todo muy fácil y sobre todo muy gratificante. GRACIAS.

19/1/15

#FotoFinde 23. De vuelta a la carga

Este fin de semana ha sido un no parar en cuanto al blog. Después de unas semanas de sequía y parón, Bienvenida mamá vuelve a la carga!! Pero con un par de novedades:

A partir de ahora habrá 3 post semanales Lunes, miércoles y viernes. Empezando la semana con la #FotoFinde y después habrá entradas con recetas, relatos de personas que quieren contar algo, mis experiencias con leoncito... vamos como siempre.

Las bienverrecomendaciones dejan de ser semanales para ser mensuales, así me das tiempo a recopilar los mejores post y cada fin de mes tendrás una buena lista de lectura jiji.

Espero que no te afecten estos cambios, ya que los hago para que todo siga fluyendo y que el blog no pare nunca, o eso espero!

Por el resto del fin de semana no hay mucho más que contar, ya que como estuvo lloviendo sin parar, fue como todos los demás, comida en casa de unos abuelos y luego de los otros, vamos que leoncito estuvo cargadito de mimos.

La foto que he escogido ha sido de uno de "nuestros" momentos. Esta semana empiezo a trabajar a jornada completa y voy a ver a leoncito muy poco, así que no me he separado de él más de lo necesario jeje.


¿Y tú tienes que trabajar todo el día sin ver a tus peques? ¿Cómo te organizas? Dame ideas jejeje


5/1/15

Ganador sorteo Mis piratas y princesas


Ya tenemos ganadora del sorteo de Mis piratas y princesas. La afortunada se llevará un buen regalito de reyes, en forma de sesión fotográfica con sus hijas.

And the winner is...

  • Almudena Gomis Moreno

Enhorabuena guapa, y ya nos contarás qué tal ha ido la experiencia.